(Sobre la obra Edén de Jaime Poblete)
Al observar detalladamente un tejido de procedencia natural como artificial, se pueden apreciar sus tramas, una cantidad de pequeños hilos, que se entrecruzan con los de la urdimbre para dar estructura y continuidad a la superficie de la tela. A partir de esta configuración, la tela podría ser el receptáculo de un sin fin de simbolismos y significados, podría terminar siendo una tela para confeccionar un vestido o una tela sobre una pared, donde se representa un lenguaje procedente del mundo del arte, entre muchas otras posibilidades.
De la idea de “trama” me interesa la dimensión simbólica y afectiva que cruza la obra de Jaime Poblete. Son recurrentes en nuestras conversaciones, tanto presenciales como virtuales, temas muy diversos que terminan siendo parte de la trama o, mejor dicho, parte de la obra, aunque no siempre explicitas. Estos hilos equivalentes a temas podrían ir desde la relación entre arte y artesanía, entender el oficio manual del artesano, unido a la producción intelectual de ideas y de sentido, atravesando contextos económicos y sociales muy diversos. Entender el taller del artista como una fábrica serial de objetos, sumergido en el mercado del arte global o la producción de sentido a partir de objetos o sin ellos, que de igual forma terminarán en un tipo de mercado.
Cuando recibí la invitación para escribir este texto, comenzaron a entrecruzarse una serie de hilos y referencias para aproximarme a la obra: Edén, 2020-2022 (pintura-bandera) hecha con pigmento, ceniza, sal y resina acrílica sobre tela mixta lino-algodón que se presenta en la vitrina Aparador Cuchilla en Ciudad de México. Hay dos hilos-obras que propongo como punto de partida para tejer algunas ideas: estas dos obras son las imágenes que están a continuación del texto, la primera a la izquierda son los escaparates de Bonwit Teller, Nueva York 1961, primera exposición de Andy Warhol (1928-1987). La segunda imagen a la derecha es una acción de Claudio Perna (1938-1997) desarrollada en la vidriera de la Librería Cruz del Sur, en el año de 1976 en la ciudad de Caracas, Venezuela.
Las obras que presentó Warhol en la vidriera de la tienda de lujo en la ciudad de Nueva York: cinco pinturas en total, donde el conjunto se titulaba “Anuncio”, para Heiner Bastien representaban una compresión instintiva de Warhol hacia dónde iba a ir nuestra civilización. Tuvo razón, hoy la utilización de una vidriera o escaparate para mostrar obras de arte es intrínseca a nuestra cultura, este proceso tiene su equivalente virtual al convertir las redes sociales en vitrinas, donde nos presentamos y representamos. Esto me lleva a pensar en la segunda imagen de la derecha, las vidrieras de la Librería Cruz del Sur, librería icónica de la cultura caraqueña de mediados del siglo XX en Venezuela, Claudio Perna desarrolló una serie de intervenciones tituladas “Arte en vidriera”. El artista se presentaba como escultura viviente, con un libro en la mano, inmóvil como un maniquí, a sus pies un par de libros, al fondo portadas de revistas y obras gráficas; estos objetos como en todas las librerías estaban a la venta. La acción se titula: “Una Escultura Viva para Incitar al Diálogo”
Jaime Poblete nos ofrece una tela, pero también nos ofrece un dialogo. Una tela que se pliega, una tela sin marco dónde se puede leer: Edén.
Esto nos remite a una estrofa del himno chileno que dice:
“Puro Chile es tu cielo azulado,
puras brisas te cruzan también,
y tu campo de flores bordados, es la copia feliz del Edén”
Como todo himno nacional, es una construcción simbólica de identidades pretéritas en un presente cambiante. Esto sigue una trama de hilos que se cruzan entre lo individual y lo colectivo, entre lo intelectual y lo afectivo, tanto para quien lee como para el que escribe, porque si tomamos el teorema propuesto por Deleuze y Foucault, de que el yo sea un pliegue del exterior, entonces puede existir un pliegue al interior que es compartido; pudiendo existir en tiempo y lugares diferentes. Si para Poblete, la obra Edén-bandera en color negro rememora su infancia al momento de cantar el himno en la escuela en tiempos de la dictadura chilena, para mí se conecta con la dictadura actual que vive Venezuela.
Volvamos a observar con más detalle los hilos de la trama que hemos trazado brevemente hasta acá, podemos conseguir ideas como: arte, artesanía, fabrica, taller, mercado, Warhol, Perna, Venezuela, Italia, Chile, México, patria, migración, exilio. Como la obra de El Bosco El jardín de las delicias, un tríptico que se cierra para contener en su interior el Edén y el Infierno, la obra de Poblete se pliega al interior para contener nuevos hilos, siempre dispuestos en nuevas tramas.
Oscar Abraham Pabón
Barcelona, España
Febrero de 2022
Los hijos de Saturno 